lunes, 19 de abril de 2010

Póker y Cocaína

Fueron los claveles de vino amargo empotrados en mi mente
fueron las cartas destellantes sobre aquel cigarro
fue aquella mano suavizante recogiendo el destino
repartiendo sueños en las caras de los dioses
subí mi juego para ver dos reyes fornicando
frente a mí, la envidia bajaba deseos
fui el mimo con los ojos de serpiente
el laurel de los pecados
fui aquel sosiego en la cocaína de los muertos
aquella pintura palpitante frente a los sueños cancerosos

Luego, sólo quedamos tres, con el llanto y mi agonía…
una vez más fue aquella mano recogiendo cocaína quien repartió nuestros anhelos
Los nervios son orgasmos en un par de ases.
Intercambiamos ideales egocéntricos
inhalamos aquel narcótico blanco para humillar la piedad
¿El final?
La música fosforescente se estampo en un Joker
entre los dioses que aprendieron a llorar
entre aquellos sabios drogadictos
El llanto tiro su escalera de diamantes
mi agonía reino con aquella flor de imperio
¿el premio?
¡La muerte!