viernes, 17 de septiembre de 2010

Silueta clandestina

Me levanté buscando tu nombre entre las sabanas
no estabas ahí
me levanté intentando pulir un recuerdo
y el espejo me gritó que era inútil
jamás aparecías.

Mis oídos son pedazos de seda clamando escuchar un suspiro
hace semanas que deje de ser humano
soy un bulto postrado en una cama
anhelando un recuerdo pusilánime
antier mis ojos quedaron ciegos
anoche, mi boca seca besó tu mejilla puesta en mi almohada
hace ya tres lustros que mi olfato dejo de ser el mismo
hace ya tres lustros que no estás frente a este triste fallecido
murió frente aquel recuerdo
aquella fría tarde
aquella tarde parda con sabor a purpura
murió entre cabellos, esos, que piden que vuelvan
murió entre lágrimas y risas
frente a una fina obra teatral
murió de nuevo frente al crepúsculo color envidia
¡murió en aquella cama buscando un nombre!


¿De qué sirvió tanta agonía?
ayer, el otoño cayó en su máximo destierro
es voltear a la venta y visualizar una silueta
ayer te postraba en mi cama
ayer no sirve de nada
tú: un dulce anhelo putrefacto
una visión escurridiza
un destierro dionisiaco
¿su nombre?
no lo sé, tal vez ya lo olvidé
¿eras tú?
o ¿acaso era yo el equivocado en mi futuro?
tal vez…
tal vez no eres tu ni nadie
y si es así…
eras la maldad que recuerdo en las mañanas al mirar por mi ventana.

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